LA INVENCIÓN DEL MUNDO DEL MAÑANA

Millones de corazones de todo el mundo laten con ayuda de un marcapasos. Las velas se encienden con fósforos de seguridad. Y se ha salvado un sinnúmero de vidas con el cinturón de seguridad de tres puntos. Son unos pocos ejemplos de innovaciones suecas que han significado cambios importantes. Según el Marcador 2015 de la “Unión por la Innovación”, un índice publicado por la Comisión Europea, Suecia es el principal país en innovación entre los Estados miembros de la UE. Entre las razones de ello se cuentan: una tradición histórica de inventores, un empeño en la igualdad entre los sexos y una firme creencia en el individuo. La estrecha colaboración entre los institutos de investigación y los sectores privados y públicos, es otro factor clave que constituye el fundamento de empresas mundiales de Suecia.

La innovación está estrechamente ligada a la investigación y el desarrollo. Suecia es uno de los dos primeros países europeos en gasto público destinado a esas actividades: en 2015 destinó a ellas el 3,3% del PIB. Basta comparar ese índice con la meta del 3% fijada por la UE para el año 2020 para ver que Suecia lleva ventaja en esa carrera.

ÍNDICE MUNDIAL DE INNOVACIÓN

El Índice Mundial de Innovación 2017 de la INSEAD Business School sitúa Suecia en el segundo lugar. Ese índice mide el grado en que los países tienen una infraestructura que fortalece un ámbito de creación y permite la innovación, además del rendimiento como tal. Suecia tiene un alto grado tanto de rendimiento como de inversión de recursos. El fuerte rendimiento se demuestra en muchos artículos recientes de investigación y técnica y en las numerosas patentes registradas. Suecia también es considerada como país que tiene una buena base de aportación de recursos, además de un clima político estable y una educación superior especializada de alta calidad.